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Algunos textos "locos".
¿Qué se aprende en la carrera?
Sobre "Ética", el callarse, la inexistencia de los
matemáticos y los "Fundamentos"
Por Ética entendemos –brevemente- cierto "fundamentar" los
"ideales".
Por lo menos personalmente, sentimos la necesidad de en cierto modo
fundamentar apropiadamente ciertos –por decirlo así- ideales
básicos,ajustándonos en buena medida a las condiciones de
la sociedad
que realmente vivimos, la de nuestro tiempo. De hecho creemos que
dichos ideales son los que se entremezclan en las proclamaciones de
muchas "Constituciones" de los estados, y en no pocos discursos. Es
esta, creemos, una de las confusiones que se podrían evitar y
que quizá
haciéndolo, haríamos más difícil -dentro de
lo posible, que es
bastante- la utilización fraudulenta de las instituciones
sociales y de
los recursos. Por decirlo pronto, nos “venden la moto”
vendiéndonos
música, ocio, arte, ciencia y productos disfrazados de ciencia,
consiguiendo así -de cierta manera- administrar "en solitario"
las
"potencialidades".
Ciertamente, contra esto, vamos a echar mano de la ironía en
algún grado.
§ 0. Resumen.
A través de una serie de "axiomas" (Ax), "teoremas", y
"escolios",
y apoyándonos en lo que postulamos herramienta esencial (la
necesidad
de pensar -más y mejor desde el principio y a la vez que "se
aprende"-
en fundamentos de la matemática) pretendemos ayudar a asegurar
ciertas
condiciones mínimas para que la universidad no termine siendo
básicamente una disuasora del pensamiento: uno de los axiomas
fundamentales de los que partiremos es el de que "por naturaleza"
Ax 0
"Investigador" ≠ "Experto"
Mientras que tristemente en la universidad una de las cosas que se
aprende es a creer lo contrario, se asimila "investigador" a "experto",
y esto mediante la habituación a "estar callados/as".
Una de las utilidades del escrito puede venir a ser la de abrir
vías de acción que ayuden a contrarrestar el
desánimo, el miedo y el
cinismo que caracterizan la labor que "da el pan" a -por ejemplo- los
profesores de instituto: es en la universidad donde se podrían
eliminar
en parte las condiciones que hacen insoportable esta actividad.
Decimos que ser profesor debe de ser insoportable porque lo que se
enseña, fundamentalmente, es a estar callado/a, a niñ_s y
jóvenes que
no necesariamente lo necesitan o lo desean. La "situación" de un
profesor parece clara: ver, día tras día y año
tras año cómo una gran
cantidad "de chavales" son tratados por uno/a mismo/a como meros sacos
de carne y hueso donde depositar unos cuantos "conocimientos" que por
otra parte están reducidos a mera técnica o en
algún caso nemotecnia
(con lo perjudicial que "obviamente" esto es para la
comprensión, para
aprender) y además constatar que esta "calamidad" nos la
encontramos,
además, en esta nuestra situación, casi "por
definición": horarios,
administración, disposición física de la clase...,
y lógica e
-"histórica"- desmotivación del alumnado).
Espero que ante este problema y otros, este escrito contribuya a
que alguna persona "se lo crea menos". Se crea menos la típica
disculpa: "no, si es que esto de la enseñanza en general es para
dotar
a los alumnos de unas técnicas básicas que
necesitarán...", o "lo que
tú dices es irreal porque no a todo el mundo le interesa lo
abstracto...". Bien, para usar técnicas y vivir después
no hay tiempo
que perder en el aumentar la capacidad de pensar y comprender, y esto
no se hace de la manera en que se hace ahora, con nuestros textos de
enseñanza básicos y con nuestra inopia. En cuanto a lo
otro, lo de que
no le interesa a cualquiera la matemática "seriamente" como para
tener
un "mayor cuidado"... Los números son abstracciones decididas;
activamos el mundo de las ideas, él nos necesita para activarse
y
depende de nosotros (no es un objeto a depositar en algún saco
de carne
y hueso); y las palabras son también entes abstractos.
El camino que se recorre de "la realidad" a la abstracción de
"la
letra" (osea, las matemáticas y el lenguaje) es un camino que se
puede
recorrer muy bien de muy diversas maneras, no sólo para
presentar casi
únicamente y muy mal el pobre concepto de "número". Esto
sólo reportará
beneficios a la capacidad de cálculo y de aplicación.
Se pueden "motivar" cualquier tipo de matemáticas y seguramente
a cualquier edad.
La capacidad de abstracción no es fundamentalmente una
capacidad,
es más básicamente una necesidad, a crear, y que se puede
trabajar de
muchas maneras. No hay que obsesionarse tanto con los números y
el
cálculo, empobreciendo así las futuras percepciones: ya
estamos
demasiado e inútilmente obsesionados con la cantidad como para
agravar
esto en la educación básica y con nuestra
des-educación universitaria
(que pasa literalmente por encima, rodea, conceptos fundamentales y
maravillosos de la matemática).
§ 1. Aprender es inventar.
Un resultado que queremos hacer todavía más plausible de
lo que pudiera preverse es el
Teorema 1
En general, en la carrera de matemáticas, básicamente se
aprende a seguir callado/a.
Se aprende también a perder tanto cierta "actitud curiosa" como
cierta capacidad de participación/transformación.
La "demostración" nos va a llevar un rato.
Escolio 1
Decimos "en general" porque hay excepciones, que son de las que se
nutre en cierto modo cierta "ideología" en nuestro tiempo. Una
de las
componentes de dicha ideología sería la
identificación de la que
hablamos,: investigador = experto.
De esto ya dijimos que era equivocado", ya que si por ejemplo los
futuros profesores, en cualquier nivel, no se sienten investigadores,
no habrá mucho que hacer en cuanto a la didáctica.
Por otra parte, el mero vivir, como demuestran los niñ_s en su
actitud curiosa, es, en cierto modo, investigar. En primera instancia
pocas cosas parecen tan vivas como un niño/a. Tienen que
reinventar, en
su cabeza y en sus relaciones con el mundo, precisamente su ser.
Aprenden reinventando, inventando. De un niño/a también
podemos decir
que básicamente es feliz, por tanto, de cierta manera, el tener
la
posibilidad de investigar e inventar constantemente abierta
podría ser
una condición necesaria para poder hablar de "vida feliz".
(Claramente
no es lógico pensar que tod_s debamos ser matemátic_s, a
tiempo
completo y de la manera en que conocemos en este momento esta
actividad. Si escribimos esto es para mostrar y demostrar una de las
vías que recorre nuestro mundo para hacer infeliz a la gente,
para
disminuir y/o controlar las potencialidades).
Y decimos "seguir callados”, porque en general venimos muy bien
enseñados, desde la escuela, a callar y no participar. ♣
Vemos entonces que necesitaríamos el siguiente
Ax 1
Aprender es inventar. Tod_s somos investigadores.
Escolio 2
Ahora bien, este "inventar" tiene que ver con muchas cosas.
Inventar no sólo se inventa en la cabeza de uno/a,
también se inventan
relaciones, palabras que nos relacionan, modos de hablar y de
relacionarse, conceptos... Esta dimensión es la que se ve
atacada por
la universidad tal y como la conocemos. ♣
Ax 2
Estar vivo supone tender a transformar, participando, el estado de
cosas, de la sociedad en general, de sus partes, relacionándose
con lo
que nos rodea de manera activa. Para esto se requieren palabras, y por
tanto conceptos.
Pero
Ax 3
La matemática está "des-conceptualizada".
Escolio 3
La universidad, en concreto, distrae de las posibilidades del
pensamiento, separando uno de sus posibles tipos, una de las posibles
formas de investigación, de “vida”, el que ahora se dice
"matemático",
y, apropiándose de él, lo reduce a mero cálculo, a
veces a nemotecnia y
siempre básicamente a callarse.
Es "gracioso" entonces el constatar cómo los profesores se
quejan a
veces, al principio del curso y hacia el propio alumnado, y hablan
sobre la necesidad de no tratar su asignatura como una serie de recetas
a aplicar para salir del paso.
Si no se favorecen de alguna manera la comunicación y el
"autocuestionamiento" esta queja es algo ridícula. No
está "instituída"
la necesidad de favorecer el pensamiento, contra la realidad que
favorece la nemotecnia, la incomunicación y el mero
cálculo. Se
menosprecia la fundamental característica de las
matemáticas que aún no
se ha explotado bien, se menosprecian los "conceptos".
Existen pocas cosas en matemáticas que los alumnos se digan o se
deseen comunicar; lo normal es que se diga lo mínimo para poder
realizar correctamente un "ejercicio", un pequeño problema de
alguna
asignatura. ♣
Sin embargo
Ax 4
La matemática es pensamiento, no mero cálculo. Existen
desafíos
fundamentales, para el pensamiento en general y abordables desde el
principio de la carrera, que surgen de la propia matemática, los
cuales, por error, no se ponen en conocimiento del alumnado. (Con
"pensamiento en general" queremos decir: "ciencias", no sólo la
matemática, también la física o la
filosofía. Ver una pequeña
exposición que sugiere cierta forma de hablar sobre la
interrelación
entre dichas ciencias desde la visión de unos muy buenos
matemáticos en
[LS]).
Escolio 4
Para la progresión de las matemáticas -y del pensamiento-
es de
ayuda fundamental el poder hablar de ellas, cuanto más mejor.
Esto lo
tienen en común con muchas otras actividades y pudiera parecer
obvio a
alguien o una tontería a algun_s. Sin embargo está claro:
las
matemáticas -lo hemos visto- crecen de forma increíble
cuando los
matemáticos se ponen a encontrar y usar en común
lenguajes que
conceptualicen, de manera fundamental, el acceso más o menos
"unificado" a lo que se venía haciendo en su terreno. La
revolución en
la que nosotros estamos inmersos sin darnos cuenta, que sentimos como
llovida del cielo -desafortunadamente-, es la de los conjuntos y
estructuras. Y se trata de una revolución conceptual
extraordinariamente fértil para lo que han sido las
matemáticas del
siglo pasado.
Ahora bien, vivimos también una continuación de dicha
revolución,
una continuación fundamental de la misma en torno al concepto de
categoría (de morfismo, etc; ref [LS]) y que somos precisamente
nosotr_s los encargados de incorporar al diálogo y a la
conceptualización básica de las matemáticas. Lo
merece.
La matemática del siglo XXI va a hacer que nos parezca
pequeño el
crecimiento experimentado por la misma en el siglo XX, (exceptuando el
caso de que hubiera alguna catástrofe más grande
aún que nuestro
sistema económico-social). Por ello es crítico el pararse
a pensar
"duro" sobre "cosas simples" (ref [Bz]), e incluso con "ingenuidad",
como aconsejan muchos de los "sabios" (Grothendieck... etc ref: [G]) al
final o en medio de sus carreras. Esta es una de las herramientas que
habíamos anunciado. Es una vía concreta mediante la cual
sentir más
claramente la necesidad de hablar y pensar en matemáticas, y que
abre a
ver realmente la posibilidad que todo el mundo tiene para hacerlo, casi
por ignorante que se sea. Los "fundamentos de la matemática" nos
abren
a la historicidad de la misma, pero el pensamiento matemático se
cierra
hasta para los investigadores, no digamos ya para el resto del
alumnado.
Este tipo de avances fundamentales -ya viejos- son sobre los que
poder elaborar otras prácticas y otras "modelizaciones" para el
sistema
de enseñanza en general, y nos hablan por sí mismos de la
"urgencia" de
cambiar (participar es transformar, pero hay que participar en algo,
hay que "pensar").
Con esto no comprobamos otra cosa que una especie de
automutilación
de la matemática y una obnubilación en la mera
técnica calculista.
Much_s profesores en la universidad parecen creer algo así como
que con
ellos "acaba la historia", y en concreto la de las matemáticas;
y que
acaba además habiéndose realizado plenamente, en
sí mismos, el concepto
de lo que es "ser un matemático", y que han sido llamados por
algún
tipo de dios en las alturas del duro "mundo de las ideas" para
enseñar
y demostrar cierta manera del "buen callar". A pesar de ello, la
matemática y los matemáticos que vivimos (o sufrimos a
veces) no son
más que una determinada "cristalización", aquí y
ahora, en estas
condiciones socio-económicas, de lo que son las
matemáticas: una
estética rigurosa e infinita.
Precisamente la universidad tendría que servir para hacer bien
patente, por el propio progreso de lo que le atañe, este tipo de
cosas,
pero observamos, sin embargo, una autocomplacencia muda, rayana a veces
con la estupidez, y una aceptación acritica de día a
día bastante
destructiva. ♣
Para terminar con el "teorema 1", tenemos que hacer un último
comentario sobre lo que son nuestras "condiciones".
En una universidad como la nuestra se dan básicamente las
infraestructuras para lo que podríamos llamar un aprendizaje
clásico,
contra-natura de lo que supone pensar.
Estar motivado/a por lo que se hace, es fundamental para
aprenderlo, y, por más que se repitiera esta perogrullada, no
debería
cansarnos: ya existen Facultades enteras de Educación con el
único
objetivo de asegurar que esto se olvide. No tenemos por qué
contribuir
con ellas.
Sin embargo esta dimensión no es nada trabajada en nuestro
sistema
de enseñanza en general, así que la poca
motivación que se tenga es en
general perdida en parte por la necesidad de pasar los exámenes
y por
la tradición en el uso de aulas y profesores. En definitiva, los
aspectos administrativo-burocráticos contribuyen a esta
creencia:
investigador = experto.
Perdiendo, día a día, como perdemos, con cada gesto y
cada
habituación, la comunicación, las capacidades de crear
conceptos,
contarlos, la necesidad o posibilidad de hablar y entender, es como
terminamos creyéndonos fuera de las matemáticas, y peor
aún, fuera del
pensamiento. No hay ninguna razón para que así lo
hagamos. La
inteligencia es gratis. Es así entonces como aprendemos a
olvidar, y
cuanto antes, mejor. Al final será fácil perder el
contacto con nuestra
curiosidad, la capacidad de plantearnos las cosas de diferentes formas,
y de resolver problemas. Se pierden argumentos para la felicidad (Ax
1). Se pierde riqueza "de la de verdad", que luego nos refleja y nos
vende, esta sociedad, con sus variados cultos a Los Expertos.
Por tanto necesitamos el
Ax 5
Casi no hay matemáticos, al igual que es reducido el
número de "artistas", o el de "políticos".
(Ver los artificios en forma de Operación Triunfo, que cierran
filas en torno a lo que hemos expuesto; o constatar por vosotr_s mism_s
cómo la política queda reducida por completo al mero
funcionalismo de
la administración de lo que hay, para que continúe igual,
o peor
(11-M)).
Y
Ax 6
Todo matemático/a serio/a debe trabajar tanto en fundamentos
como en las diversas "ramas" de la matemática.
Escolio 5
Está claro. La dimensión de los fundamentos es la que
requiere de
nosotros que aparquemos, momentáneamente si se quiere, la
separación
que se vive entre disciplinas y valoremos hechos fundamentales que las
gobiernan. Por ejemplo: resultados de lo que se viene a llamar
"matemática discreta" pueden ser usados, pueden sugerir
más fácilmente
sus usos en categorías matemáticas dispares mediante un
buen
conocimiento de los fundamentos categoriales. (refs. [Bz ], [FL],
[Bl]).
Esta dimensión "investigativa" tiene la posibilidad de abrirse,
con
toda profundidad y en todo estudiante, desde el inicio, ya que es una
"riqueza" al alcance de cualquiera y es condición para el
crecimiento
matemático. ♣
§ 2. Posibles objeciones.
Podrían espetarnos alguna que otra objeción quizá
siempre
relacionada con ese motivo principal y tan frecuente del "no hay
recursos", en alguna de sus formas. Empecemos por tanto
armándonos de
un teorema que no requiriendo demostración es sin embargo
sugerente por
sí solo y bastante facilito:
Th 2
Sea U el conjunto de todas las universidades públicas de la
Comunidad de Madrid con licenciatura de Matemáticas. El cardinal
de U,
que denotamos |U|, cumple la siguiente ecuación:
|U| ≥ 2
Escolio 6
Por tanto no existe de entrada limitación para |U|, que se
encuentra en estos momentos en el subconjunto {2, 3, ...}. ♣
Apoyémonos en este tremendo resultado y veamos algunas
objeciones:
Objeción 1: no hay dinero para ocuparse de lo que en este
escrito se cuenta.
Pensamos que esta objeción nos está diciendo algo
así como que no
hay dinero entonces para ocuparse de las matemáticas, de la
comprensión, de la gente. Veamos sin demostración el
bastante obvio
Teorema 3 (físico)
El dinero son papeles y monedas de materiales variados no escasos.
Queda demostrado entonces el
Teorema 4 (físico-social)
El dinero "sobra".
Objeción 2: no hay necesidad de matemáticas.
Esta es más difícil. De entrada las matemáticas
cambian por
definición, así que no sabemos qué quiere decir
"las matemáticas" por
los siglos de los siglos. Por otra parte necesitamos varios resultados
(sociológico-científicos) que no requieren
demostración.
Lema 1
Las necesidades dependen en cierto grado de la educación y la
tradición.
Lema 2
Las sociedades tampoco permanecen idénticas a sí mismas
por los
siglos de los siglos (más bien a veces lo que perdura es el
apellido de
los que tienen el dinero, dinero asimilado por desgracia y
catastróficamente, al poder político).
Así que tenemos demostrado el
Teorema 4
Las necesidades presentes y futuras no son predecibles.
Vayamos a la siguiente
Objeción 3: no hay recursos físicos. No todo el mundo
puede dedicarse a rascarse la barriga "pensando".
Teorema 5
La abrumadoramente mayor parte de la energía que gasta el primer
mundo en fabricar bienes y servicios no es empleada en la
fabricación
de comida u otras cosas básicas, que por tanto, "sobran".
Dem: ver internet. Por poner un ejemplo que habla de temas
relacionados:
http://morgan.iia.unam.mx/usr/humanidades/263/COLUMNAS/TRAPAGA.htm
Teorema 6
La mayor parte de las actividades en el primer mundo (y peor
aún,
en el tercero cuando hay) se mueven -y caóticamente- por el
ánimo de
lucro, despilfarrando enormes cantidades de energía y recursos
humanos.
Dem: podéis encender la televisión y admirar (si hay
estómago)
cualquier atasco matutino, cualquier cubo de basura, o simplemente la
lista y las proporciones de las actividades a las que se dedica una
considerable parte de los millones de pobladores en ciudades como
Madrid.
Por tanto que demostrado el
Teorema 7
Es imposible no mentir con la afirmación "faltan recursos". Lo
que
"fabrica" esta afirmación es una forma de "parar el pensamiento"
y el
"cuestionamiento" de lo que hay.
Objeción 4: de lo que no se puede hablar, mejor callarse.
Definición 1
La matemática es una "ficción" lingüística
relacionada con un Real
(físico-cosmológico-social-cerebral... si
queréis... pero que no tiene
que ver exactamente con "la realidad"), que "activa" las relaciones,
formas, simetrías... que -pensamos y comprobamos a veces- se
hallan, en
cierto modo, en los diversos "mundos" que nos rodean (ref. [Ba]).
Definición 2
Bajo la denominación "mundo de las ideas" -platónico-,
que en
cierto modo dirige a veces la práctica matemática, se
encuentra no otra
cosa que la vivencia -por seres humanos y en una determinada
situación
más o menos rica- de la anterior "activación" que
comentamos en la def.
1.
Escolio 7
Si deja, por tanto, de haber seres humanos, dejará de existir la
posibilidad de que alguien cuente a (active con) otra persona el
mismísimo teorema de Pitágoras, y, por tanto,
dejará de haber
posibilidades para el crecimiento de la "estética rigurosa" que
nos
atañe, de la matemática. La realidad física en que
nos basamos es
independiente y absolutamente disjunta de la práctica
matemática, pero
de una manera sutil, pues la matemática la hacemos con los entes
físicos cerebrales y esa socialización mínima que
nos inscribe en un
"mundo de palabras": eso sí, a "la realidad" no le importan
demasiado
por ahora nuestras cavilaciones sobre la "eucli-idoneidad" del espacio.
Esta disyunción es precisamente lo que garantiza por ahora la
posibilidad de la práctica matemática. No hay que olvidar
que de
entrada somos algo así como "menos que cosas y más que
palabras".
La matemática demuestra incesantemente cómo, hablando de
lo que
antes de hecho no se hablaba: números, conjuntos, estructuras,
categorías... se llega a muy buenos resultados (incluso
físicos) y a
"comprensiones"/"narraciones"/"explicaciones" profundas, siempre
agravadas con el enriquecimiento de nuestras categorías
subjetivas y de
su interrelación. ♣
Por tanto tenemos el
Teorema 8
En matemáticas al menos, "de lo que no se puede hablar" no
sólo no
es mejor callarse, sino que de hecho, precisamente, se suele terminar
hablando de ello.
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